Tenemos que atraparlos!
Me sentía de cierta manera inspirado para escribir pero no tenía un tema para escribir. Las horas se pasaron y no encontraba un tema. Hasta que me sentí en la nostalgia de jugar Pokémon nuevamente y, ahí fue cuando me golpeó. Fuck it… escribiré sobre Pokémon. A final, todo en Pokémon es más fácil.La primera impresión es que eso es verdad. A final, salís andando por ahí, capturas monstruitos y los entrenas hasta el deseado nivel 100. Fácil, verdad?
Convengamos, sin contar el hecho de que Pokémon es una caricatura/anime (Felices, Otakus?) impecable, Pokémon también es un juego genial. Es relajante y te pasas las horas jugando, olvidándote de la vida, familia y alimentación. A quien no le gusta es un imbécil digno de ser quemado en una hoguera. Hereje de Mierda! Cretinos de ese tipo nunca fue niño.
Yo, entretanto, era una criatura con algunos problemas. Problemas que me acompañan hasta hoy, teniendo en cuenta de que tengo un Blog, no tengo novia y escucho voces. Bueno, acá digo unas cosas en Pokémon que me molestaban. Acompañen:
Nuestro héroe del Game Boy (Que generalmente tenia TU nombre en Mayúsculas) no era un ser humano. No se cambiaba de ropa, no cagaba, no dormía y ni siquiera tenia una red de amigos extensa. Eran tres personas que el realmente conocía: Su mamá, Prof. Oak y tu rival (Que también tenia el nombre de algún amigo tuyo en mayúsculas). Y eso sin contar el hecho de que el no tenia educación. Decime, quien en el mundo entero SE VAN ENTRANDO en la casa de los otros, agarrando las cosas y hablar, sin timidez, con el dueño de la casa?
Pero ese sociópata no paraba por ahí. No. El quería más: El quería Catch ‘em all. A final, encarcelar criaturas, esclavizarlas y ponerles para luchar hasta que no se aguantan en pie por puro placer tuyo es una verdadera lección que los niños deben aprender.
Y es exactamente esa parte la que me entristece. La crueldad con los pobres monstruos de bolsillo. Bueno, gente que ya jugó, momento de recordación: Vos acababas de elegir tu Charmander/Totodile/Torchic (Cualquier otra opción te transforma automáticamente en homosexual) y ya te ibas corriendo a entrenarlos en el pasto alto de tu ciudad.
*tãdugudãdugudãdugudãdugudãdugudãdugudãdã*
Vos, sin escrúpulos, ya salías dando un Tackle. El pobre Pokémon apenas aparece en tu camino y vos le llenas de garrote sin razón o lógica alguna. Y te ibas haciendo eso ininterruptamente hasta conseguir tus Pokebolas. Ahí si la crueldad se oficializaba. Con aquellos objetos esféricos en manos, cualquier entrenador se cree el bãbãbãm. Y destruía familias.
Pero, Fabri, como así destruir familias? Explico, jóvenes mancebos. Te encontras, no sé, en la entrada de Pewter y capturas, digamos, un Pidgey. Donde vas a entrenar a tu Pidgey? Allí mismo. DONDE EL VIVIA, VIEJO. Probablemente el tenia vínculos con otros Pidgeys de aquella área. O sea, vos le obligabas a la insatisfecha paloma a atacar a palomas que el ama.
No tiene sentido? Imagínate entonces que fuiste contratado por una Multinacional reconocida y tu jefe, sin ninguna buena razón aparente, te manda garrotearle a tu mamá. Y eso continua, le garroteas a tu papá, tu hermana, la vecina y salís garroteándole a todo el barrio. Eso es exactamente lo que hacíamos con la mayoría de los Pokémons.
Arrepentidos? Ni yo.
Yo sé, nos vemos en el infierno.
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