Piscinas

21:23 FRLM 1 Comments


Cuando era niño, siempre fui muy mimado y, como consecuencia, recibi superprotección de mi madre en cualquier situación que presentase peligro. Hoy, recordándome de esos bellos momentos, no entendí el motivo de que ella nunca me prohibió ir a piscinas. Piscinas normales o de plástico.
“Pero cual es el peligro, Fabri?” te estarías preguntando, querido lector. Y yo te respondería “Cuál es la seguridad?” porque piscinas son los lugares con mayor probabilidad de ofrecernos hematomas, cortes y traumas. Antes de continuar, te daré la oportunidad de que recuerdes de “aquella” vez en un posible asado en familia en la cual te machucaste en la piscina, te fuiste llorando junto a tu mamá que, con mayor malicia y abuso de sabiduría del mundo te dijo “Fue solo un susto”
NO, NO FUE. Y si mi mujer algún día le dice eso a mis hijos, le voy a acertar un soco y le diré la misma cosa. Para que ella aprenda que susto es susto y dolor es dolor.
Hice un ejercicio mental y junté los peores momentos de mi vida relacionados a piscinas. Voy a hablar del primero que probablemente ya les pasó a todos los niños del mundo: Resbalarse en la orilla. A pesar de ser un clásico, es uno de los espectáculos más lindos cuando visto de fuera. Siempre le pasa a aquel niño retardado que corre sin ninguna razón importante, luego pisa en falso en la orilla mojada y resbaladiza y aterriza con el mentón en el suelo o en la orilla. Algunas de las victimas se quedan allí, inertes y gritando de dolor con la mano en la cara, pero otros sin querer, caen de vuelta al agua, encerrando la presentación con maestría.
Aún en los recuerdos de la orilla, también había la pelea de gallos (cuyo nombre no me tiene sentido alguno, ya que nunca vi gallos peleándose de esa manera) donde la persona de arriba se golpeaba la costilla en la caída y el siempre presente “cambote”. Mismo siendo algo difícil de que pase, ya presencié algunos golpes de talones en la orilla.
Este tipo de peripecias solo son posibles en una piscina grande que, para mi, es el tipo menos letal. Puedo decir que ya tuve una piscina de plástico en mi infancia y aquello, mi amigo, es el tipo de cosa que separa los chicos de los hombres. Hoy existen aquellas redondas, “hondas”. Nooo. La que yo tenia era de 2000L rectangular con barritas de hierro, hardcore. Me cansé de resbalarme con el fondo de la piscina y golpearme la boca contra las barritas de hierro y, ocasionalmente, golpear mis testículos infantes en la orilla (de hierro) intentando salir.
2000 L era un volumen limitadísimo de agua para, digamos, dos personas. Imagínate en día de asado con aquella cantidad de primos, hijos de los amigos de los padres y otros niños dignos de un show beneficiente de Bono Vox. Todo el mundo sabe que vejigas infantiles, cuando cercadas por agua, tienden a excretar orina. Yo era chico, no me importaba. Me refrescaba con la orina de otros e inclusive tragaba el meo ajeno sin querer. Me atragantaba y tosía orina ajena, feliz… ah, mi infancia.
El único día que la piscina fue allanada fue en un asado donde un chico se llenó de todo tipo de comida que se ofreció aquel día, comió todo lo que su juvenil cuerpo aguantaba y se tiró al agua. Después de aproximadamente 7 minutos sacó todo lo que tenía adentro al exterior, no, pero en serio, realmente saco TODO lo que tenía adentro: Desde el ultimo pedazo de chorizo con farofa hasta el nescau que tomo como desayuno. La piscina rápidamente fue dominada por un liquido de color desconocido para mi hasta ahora. Mi amigo, nunca vi un sistema de evacuación tan rápido.
Post terminado :3
Esto es una parasitosis, ustedes solo consumen nunca retribuyen. Comenten de vez en cuando, si? :3
Besos a todos aquellos que hacen caca durita. 

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